El regalo de recordar: el poder de una mano amiga

El regalo de recordar: el poder de una mano amiga

Me tomó de la mano. Como solía hacerlo.

Hoy ayudé a mi abuelo a bañarse.

Tiene demencia. Algunos días piensa que soy mi papá, otras veces mi tío, y a veces simplemente “ese chico que ayuda en la casa”.

Pero hoy me llamó por mi nombre.

Estaba arrodillado enjuagándole el champú del cabello cuando extendió su mano y la tomó. Me miró y dijo,

“Siempre fuiste un buen chico”.

Luego soltó mi mano y comenzó a tararear una vieja canción que solía silbar cuando yo era pequeño.

Lloré todo el tiempo y pretendí que solo era el vapor.

¿Tú qué harías? Déjanos tu respuesta en los comentarios.

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