Mis inquietudes de salud
Paso mucho tiempo reflexionando sobre cómo mi salud ha cambiado a lo largo de los años. Recuerdo cuando la energía parecía inagotable, pero ahora, a medida que voy envejeciendo, hay pequeños recordatorios de que ya no soy joven. Una de las cosas que me preocupa constantemente es una molestia que nunca antes había experimentado: un dolor en lugares que jamás pensé que dolerían.
Me da un poco de vergüenza hablar de eso, porque en nuestra cultura a veces llevamos un velo de silencios sobre los problemas de salud, especialmente cuando se trata de temas tan personales. Pero hoy me animo. Es como un pequeño malestar que aparece de vez en cuando, y aunque no es algo que me incapacite, está allí, recordándome que debo prestar más atención a mi bienestar.
¿Qué hago al respecto? A veces pienso en buscar ayuda profesional, pero luego la rutina diaria me envuelve y lo dejo para después. ¿Por qué es tan fácil postergar el cuidado de uno mismo? Tal vez es miedo, o tal vez es pereza. Al final del día, sé que es importante priorizar la salud, tanto física como emocional.
¿Tú qué harías? Déjanos tu respuesta en los comentarios.